Frente a vosotros (Poema XIX)

Cultivo consonantes en un jardín perdido.
La sosegada lluvia
retrata sus finas nervaduras
mientras la luz humedece
el secreto trono
de su leve concepto.

Nadan entre tus muslos
las altivas medusas de los verbos.
El tiempo se agiganta
como el acordeón de un cíclope;
el color del vértigo duerme otra vez
en la escalera de mi lengua.

Siembro, como a voleo, las vocales.
Al disiparse la niebla,
descubro la corteza de la aurora
sobre la que escancio el néctar del silencio,
la vocal perfecta.
La tierra se desnuda, una vez mas, inútilmente.

 

De «Frente a Vosotros».

                                        Inédito